Los zapatos que de verdad dejan huella
En nuestra Reunión Informativa a Benefactores anual que se celebró el pasado 12 de marzo, concluí mi discurso parafraseando una canción de Calle 13:
“Si queremos un cambio verdadero, debemos caminar distinto.”
Con esta frase, hacía un llamado para que dejemos de quedarnos con los brazos cruzados esperando que alguien más haga algo por nuestro país, y que despertemos tomando acción para lograr que Guatemala sea el país que merecemos. Fue hasta un par de meses después, en donde me hizo clic el haber mencionado estas palabras, sin darme cuenta que venía preparándose algo grande para Funjose en relación a “caminar distinto”.

Nuestro objetivo sigue intacto; queremos formar la mayor cantidad de agentes de cambio a través de becas educativas y darle la oportunidad a jóvenes guatemaltecos que tienen limitaciones económicas brindándoles todas las herramientas que necesitan para cambiar su vida y la de sus familias. Para lograrlo, contamos con una red de benefactores que, mes a mes, aportan un donativo para poder financiar las becas de 20 jóvenes alrededor del país. Además, realizamos eventos de recaudación para aumentar nuestros ingresos y abrir cada año la convocatoria de becas con el fin de apoyar a más jóvenes talentosos.
Teníamos muchos planes y metas para este 2020, pero como todo en la vida, lo único predecible es que es impredecible. Desde marzo, hemos estado llevando una vida completamente diferente a la que conocemos, trabajando desde nuestras casas, aislados, viéndonos a través de pantallas. El COVID-19, viene a mostrarnos una cara diferente de la vida y nos abre los ojos sobre lo privilegiados que somos algunos al poder tener techo, comida, trabajo y educación. Viene a mostrarnos que el éxito en soledad, no es éxito y que la satisfacción más grande se centra en la convivencia y el bienestar de las personas. Pero ¿por qué conformarnos con el bienestar de unos cuantos, cuando podríamos ser todos los que estuviéramos bien? El coronavirus nos pide a gritos que dejemos de pensar en nosotros mismos y volteemos a ver al de a lado; que seamos solidarios, que compartamos una pequeña parte de lo que tenemos. Hay cientos de miles de personas que la están pasando mal, pero lo más impresionante es que no la están pasando mal desde esta pandemia, sino desde hace muchos muchos años. La pobreza, analfabetismo y desnutrición, son tragedias que nos vienen persiguiendo desde hace décadas y ya es hora de ponerle fin a las mismas.
Hoy, no podemos hacer eventos para recaudar más fondos y nuestros ingresos se están viendo afectados por esta situación, pero dentro de muchas malas noticias, tuvimos el enorme privilegio de ser seleccionados por una diseñadora guatemalteca para formar parte de su nueva campaña de responsabilidad social empresarial. Les estoy hablando de Cristha Fuentes; una mujer soñadora, trabajadora y con un enorme corazón, que apenas a sus 25 años de edad, ya es toda una diseñadora reconocida no solo en Guatemala, si no también en el extranjero. Inició la empresa “Cristha Fuentes” en 2014 con la idea de crear zapatos de calidad para empoderar a mujeres y resaltar el nombre de Guatemala a través de sus textiles. Sus zapatos son 100% de cuero y están hechos a mano por artesanos locales.

En mayo, decidió lanzar su nuevo estilo de zapatos Dolly, con los que apoyará a Funjose con cada venta, ¡donando el 25% de las compras! La marca hace los zapatos a la medida y cuenta con dos colores disponibles para escoger el que más nos gusta: nude o mint.
Toda la vida he creído que dando es cuando más se recibe, como les digo, la satisfacción de saber que lo poquito que hacemos le cambia la vida a alguien es impagable, y me parece espectacular el que podamos apoyar a una emprendedora guatemalteca y al mismo tiempo estemos ayudando a que los becados puedan seguir estudiando y que en un futuro, podamos dar más becas.
Esta es una oportunidad para promover el comercio interno, ahora más que nunca, es cuando debemos tendernos las manos para ayudar a todo el que podamos. Con esta compra, la ayuda es doble… y, repito, la satisfacción es infinita.
La solidaridad viene en muchas formas y colores y hoy se nos presenta con el nombre de Dolly. ¿Quieres apoyar y adquirir los tuyos?
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