Cuando mis fuerzas son insuficientes

Es común que llegue ese momento, mientras estudias una carrera universitaria, en donde sientas que a pesar de estudiar y esforzarte te encuentras atascado con algún curso o tema en específico. A veces te das cuenta que los resultados no fueron los esperados y estás en ese momento en el que no sabes qué hacer para lograr aprobar ese curso que tanto está fastidiando.  Puede llegar a ser frustrante no lograr comprender un tema en particular, simplemente porque te resulta difícil o es algo completamente nuevo que pareciera estar fuera de tus manos para procesar.

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Recuerda que estudiar es un proceso mental complejo que requiere atención, concentración, dedicación y constancia. No se vale caer en el juego mental de la derrota, ya que es más fácil ir por la opción de “me equivoqué de carrera” o “esto no es para mí”. Al contrario, este es el momento clave para buscar soluciones, armarte de valor y herramientas que te ayudarán a sobrepasar este pequeño obstáculo que te está retando a ser mejor. La mayoría de veces tenemos la opción de elegir: me rindo o exprimo la última gota de mi cerebro para lograr comprender esto que se me dificulta.

Aquí te presentamos unas opciones que pueden ser útiles para estos momentos en los que necesitas sacar fuerzas para aprobar ese curso que te está haciendo tambalear:

  1. Evalúa tus hábitos de estudio

Es importante entender que el estudio será eficiente si encuentras un espacio en donde puedas realizarlo de forma tranquila (si no lo tienes en tu casa, puede ser en la biblioteca de la universidad). Algunas herramientas que pueden servir para estudiar de forma más completa son: tomar apuntes, subrayar lo más importante de la lectura, hacer mapas conceptuales para ordenar ideas y asociar el tema que se dificulta con algunos anteriores para ir “atando cabos”.

  1. Identifica tu estilo de aprendizaje

El estilo de aprendizaje es la manera en la que mejor resulta recibir la información a tu cerbero . Hay diferentes tipos de aprendizaje, pero nos enfocaremos en dos: visual y auditivo. Si eres una persona más visual, cuando estés en clase intenta observar los apuntes en el pizarrón y anotar en el cuaderno la información importante. Puedes hacer cuadros o esquemas para ordenar tus apuntes y así será más dinámico al momento de leer.

Si eres una persona más auditiva, escucha con atención en clase la información que da el catedrático. Puedes grabar algunas partes importantes y se vale buscar tutoriales en internet o podcasts para aprender sobre el tema que te está costando. Escucha con atención y trata de concentrarte en ese momento para que tu cerebro comprenda lo que están explicando.

  1. ¡Pide ayuda!

Recuerda que no estás solo en esto. Puedes pedir ayuda a un compañero de clase, a tus catedráticos o a un familiar que sepa del tema para que te ayude a comprender lo que te está resultando difícil. Escuchar la explicación de un tema desde otra perspectiva puede ayudar a refrescar tu mente y comprenderlo desde otro ángulo. Algunas opciones para pedir ayuda pueden ser las tutorías (buscas un profesional que te brinde apoyo personalizado, puede que en tu centro de estudios hayan tutores) y estudiar en grupo. A veces tus ojos puede que estén comprendiendo el tema desde una visión más compleja y las palabras sencillas de tus compañeros pueden simplificar lo que está resultando difícil.

No te olvides que todo éxito merece su esfuerzo y a pesar de tener momentos de debilidad siempre podemos confiar en nuestra capacidad para superar los obstáculos.

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