Nuestro becado de Totonicapán
Gracias al apoyo de todos los benefactores hemos ido alcanzando nuevas regiones del país. Este año logramos apoyar a jóvenes del occidente de Guatemala, y entre ellos se encuentra Alfonso López, un joven de 23 años que vive en Totonicapán y estudia Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Rafael Landívar.
Esta semana decidimos que él con sus propias palabras contara un poco acerca de su vida, sus experiencias, sus sueños y cómo su vida ha cambiado desde que forma parte de los beneficiados por las becas FUNJOSE.
Cuéntanos tu historia, de dónde vienes, tu familia, un resumen de tu vida, qué obstáculos se han presentado en el camino.
La historia es muy larga, pero buscaré la manera de hacer corta la historia. Mi familia viene de la cultura maya, debido al desarrollo en el que nos encontramos no contamos con las posibilidades de seguir estudiando en la universidad. Tengo tres hermanos y cuatro hermanas, el menor de nosotros tiene 14 años y es el único que está estudiando además de mí.
Mis hermanos no tuvieron la oportunidad de seguir sus estudios; yo, por el contrario, estuve buscando cómo continuar, y gracias a Dios encontré medios para poder hacerlo, llegué acá gracias a FUNJOSE.
Me he topado con diferentes obstáculos, considero que todos enfrentamos diferentes cosas en la vida. En mi caso, la falta de dinero y trabajo me llevaron a buscar todo tipo de oportunidades. En las áreas rurales las oportunidades de trabajo son limitadas, y por eso hay gente que a veces cree que nosotros vemos imposible algunas cosas, pero al alcanzar horizontes que uno creyó que no existían hace que las personas dejen a un lado sus prejuicios.
¿Qué te motivó a estudiar Ciencias Jurídicas?
Muchas circunstancias, tanto sociales como familiares. Al ver la realidad que me rodea y los problemas que se presentan, me motivan a esforzarme a buscar formas para ayudar a mi comunidad, mi municipio y hacer de ellos un mejor lugar. Sé que pensar en toda Guatemala sería pedir algo que puede estar fuera de mis posibilidades, pero cambiar mi entorno es un buen inicio.
Además de estudiar, ¿qué otras actividades realizas?
Por ahora, como me dedico a estudiar, trabajo en un instituto por cooperativa, donde doy lo mejor de mí y así soy ejemplo para las generaciones que vienen detrás de mí. Quiero ser una motivación para los más jóvenes y que ellos deseen luchar por mejorar y que sepan que todo se puede lograr si uno se esfuerza.
Podrías describirnos cómo es un día de universidad, explica desde que despiertas.
El ambiente universitario es completamente diferente a donde vivo, ahí hay muchas expectativas de uno. Desde el momento en el que inicié pude sentir el amor a lo que uno desea lograr, y esto hace que yo esté en la constante búsqueda de querer aprender algo nuevo y superarme a mí mismo todos los días. Suelo despertarme con el pensamiento que hoy es un nuevo día y que son nuevas oportunidades para hacer el cambio.
Me despierto a las 3:10 a.m. para poder salir de mi casa a las 4:00 a.m., esto es porque vivo en un área rural aislada. Sí hay transporte para la universidad, pero salen demasiado tarde para la hora a la que yo inicio clases. Esto hace que tenga que caminar aproximadamente 40 minutos hasta la parada del siguiente bus. Yo me siento comprometido con las oportunidades que me han dado, y por eso busco ser responsable y poder cumplir con las expectativas que tienen de mí.
Mi horario en la universidad es de 7:00 a.m. hasta las 10:00 a.m., esto permite que mi regreso a casa sea diferente. El recorrido de mi casa a la universidad dura aproximadamente 1 hora y 45 minutos.
Como parte de los requisitos de tu beca está el trabajo social, ¿qué trabajo social haces y dónde?
Estoy por cambiarme de lugar, pero les voy a contar un poco acerca de lo que hacía. He tenido una gran experiencia con el servicio social. Además de estudiar, considero que el servicio social es otra forma de dar más de nosotros y eso es muy importante.
Estaba en un instituto donde daba charlas y talleres a los jóvenes con el fin de apoyar a quienes viven en áreas rurales. Buscaba transmitir la idea de dejar atrás la mentalidad de “no superarnos”. Mi motivación de ayudar es gracias a que me están ayudando, y por qué no dar algo a quienes lo necesitan.
Ahora estoy buscando apoyar a personas discapacitadas, veo que ellos tienen necesidades diferentes y la importancia de ayudarlos; además, me permitirá aprender cosas nuevas ajenas a lo que estoy estudiando, es una forma de acércame a la realidad del país. Mi labor con las personas discapacitadas sería completamente diferente a lo que hacía antes, tendría contacto directo con ellas ya que hablo español y quiché, y la mayoría de gente a la que estaría apoyando solamente habla quiché, por lo que estaría ayudando como traductor. También estaré contribuyendo con la movilidad de las personas que tienen limitaciones para ello. Todavía no he empezado en este nuevo lugar, pero ya me comentaron que éstas serán mis labores.
¿Quisieras decirle algunas palabras a las personas que aportan a FUNJOSE para poder becarte?
Quiero agradecerles, porque con el granito de arena que aportan es muy importante ya que están cambiando nuestras vidas. Gracias a las personas que aportan estamos cumpliendo nuestros sueños, lo que tanto hemos anhelado.
A través de las fundaciones se abren oportunidades a quienes no las tenemos. Me gustaría que toda la gente que oiga el nombre de FUNJOSE aporte a la causa, porque las puertas que nos están abriendo son de ayuda inimaginable para la mayoría de las personas de áreas rurales.
Su aporte ayuda a toda la sociedad, no solamente a nosotros como personas, porque somos nosotros los jóvenes quienes haremos el cambio, quienes analizaremos la situación de Guatemala.
¡ÚNETE A FUNJOSE! Puedes aportar monetariamente a Funjose siendo benefactor, o bien, donar tu tiempo y ser voluntario. Si deseas ser becado, recuerda que tienes hasta el 31 de julio para aplicar a las Becas Funjose 2020. Para más información visita: www.funjose.org.gt
Deja un comentario