FUNJOSE en la vida de Eleonora Montenegro
Queremos que conozcas la experiencia de Eleonora Montenegro, una de nuestras voluntarias desde el inicio de la fundación. Ella nos deja su historia y nos describe su trabajo y la satisfacción que le deja estar dentro de FUNJOSE.
“Tengo 27 años y una familia extendida muy unida. José Andrés, por quién inició todo este proyecto, era parte de esta familia, lo sigue siendo en nuestros corazones. Crecimos juntos y compartimos muchas memorias desde que éramos pequeñitos, recuerdo la energía interminable que tenía en las piñatas. Con los años nos distanciamos un poco, pero siempre mantuvimos ese cariño especial que se tiene con la familia, con la historia de la familia, con el apellido, con la sangre.
José Andrés nos dejó una enseñanza tan grande de solidaridad y empatía que quisimos mantener su legado por medio de esta fundación. Mi prima, Ana Lucía, inició este proyecto en honor a él y algunos familiares nos sumamos, también amigos, conocidos y así empezó todo. Por esa razón decidí unirme.
Mi papel en FUNJOSE ha sido formar el departamento de Gerencia Técnica. Este es el encargado de recibir y evaluar las solicitudes para elegir a los mejores candidatos y presentarlos a Junta Directiva. Ha sido difícil porque en un país como el nuestro quisiéramos poder brindar la ayuda a todos los que la piden. Así que tiene que triunfar la razón sobre el corazón y de manera objetiva elegir solamente aquellos de quienes se puede percibir un compromiso verdadero. Cuando ya se eligieron a los ganadores, empieza la aventura y la parte más bonita del trabajo: verlos esforzarse y sobrepasar sus límites para cumplir sus sueños.
Se siente bien poder contribuir un poquito en mejorar la vida de diferentes personas, y su gratitud es incomparable. Creo que estas personas aportan más a mi vida de lo que yo en la de ellas, al final, formar parte de FUNJOSE se vuelve un gana-gana: ellos ganan la oportunidad de estudiar y yo (o nosotros) gano llenar mi espíritu de empatía y sentirme agradecida por los privilegios que he tenido a lo largo de mi vida; para mí estudiar nunca fue una opción, sino siempre estuvo asegurado gracias a mi familia.
Esta sensación agradable que describo anteriormente es la que me motiva a seguir aquí, no siempre es tan fácil sentirse motivado porque se presentan diferentes dificultades y como es un voluntariado se requiere de mucho compromiso tomar el tiempo de tus días y dedicarlo a las tareas asignadas, debo admitir que esta parte me cuesta un poco. Sin embargo, siempre se encuentra el tiempo para seguir trabajando y sacar adelante este proyecto.
La falta de oportunidades que existen en nuestro país es otra motivación para estar en FUNJOSE. La educación es una herramienta fundamental para el desarrollo de Guatemala. Todos sabemos que el Estado no brinda los servicios necesarios para que exista una igualdad de oportunidades, en todos los sentidos, pero específicamente en el ámbito educativo. Por eso existen instituciones o fundaciones como la nuestra que promueven la educación. Pienso que la educación puede cambiar vidas y cambiar sociedades, puede ser el arma más fuerte que tengamos en contra de aquellos que desean aprovecharse de nuestro país. La educación puede ser el instrumento que contribuya a eliminar la pobreza, la sobrepoblación, el desempleo, la corrupción y discriminación. Desear con ansias un país mejor es mi principal motor para seguir en FUNJOSE, así que por todo esto estoy aquí.”
¿Quieres sentirte igual que Eleonora y ser el cambio en Guatemala? Déjanos un comentario y te contactaremos.
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